Fui a la heladería por el capricho de un helado pero recibí algo mejor, mucho mejor: El beso de Ángel.
Y unas palomitas bajaron del cielo a presenciar nuestras locuras.
Fui a la heladería por el capricho de un helado pero recibí algo mejor, mucho mejor: El beso de Ángel.
Y unas palomitas bajaron del cielo a presenciar nuestras locuras.