Leo mucho por naturaleza, de espíritu libre para escribir. Disfruto de un café capuchino de fresa en la terraza mientras leo, llego a casa, me deleito con galletas y sigo leyendo mientras afuera llueve. Vivo en la ciudad de México.
Mujer agua, soy mujer de alma libre, sin formas pero con todas ellas, vital y sin restricciones, pura y acústica como la voz de las Sirenas.
Relax, libre, sin fronteras, sin ataduras, expandida a mis anchas, fuerte, sin contratiempos, sin estrés: sin gravedad.
Mujer metal, soy mujer de divino carácter dorado y platónico, en estado plasmático, selectiva, asertiva, criada con hadas y elfos.
Soy Mujer de Metal Plata, el reflejo de La Luna misma cuando está llena, serena, reflexionando para sí, cuando brilla, guía y protege pero lo olvida, porque está en fase consigo misma, pero siempre henchida de brillo calmo.
Mujer polvo, polvo dorado que protege y adorna la sensual piel de Emperatrices como Cleopatra y Wu Zetian, soy mujer corpórea de preciosa, antigua y reluciente arcilla estelar, hecha con propósito millones de siglos atrás por la mente maestra de nuestro Creador, compactada en el espacio y tiempo en una hermosa figura femenina, hasta cambiar de piel y más bien, liberarme de ella, del mundo de las formas, y retomar mi forma divina, la energía de Diosa esparcida por todo el universo en deliciosas y extravagantes partículas que conocemos como Estrellas.
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